La actitud del Creyente
Ser musulmán significa: “Sumiso a Allah”, y creer en la unicidad de Alá: que Él es el Único Creador, Preservador, Sustentador, etc. Esta creencia – llamada El Monoteísmo en el Señorío y Dominio (Tawhid) – de por sí no es suficiente para ser creyente. Los idólatras contemporáneos del Profeta sabían y creían que sólo Allah podía hacer todo esto, y sin embargo eso no los hacía musulmanes. El monoteísmo del Señorío y el Dominio se ve complementado por el monoteísmo en la adoración, es decir que sólo Allah tiene el derecho legítimo a ser adorado. Cuando la fe penetra en el corazón, la persona experimenta un sentimiento de agradecimiento a Allah que es la esencia de la adoración (Ibada). El sentido de agradecimiento es tan importante que el que no cree en Allah es llamado Káfir, que quiere decir: “quien niega la verdad” “aquel que es desagradecido” y también “quien es rebelde contra aquel que lo ha creado”.
“Él es Allah, no hay otra Divinidad salvo Él, Conocedor de lo oculto y de lo manifiesto. Él es Todo Misericordioso y Todo Compasivo. Él es Allah, no hay otra divinidad salvo Él, Soberano, Santísimo, Pacificador, Dispensador de seguridad, Celador, Poderoso, Compulsor y Majestuoso. ¡Glorificado sea Alá! Él está por encima de lo que Le atribuyen. Él es Alá, Creador, Iniciador y Formador. Suyos son los nombres [y atributos] más sublimes. Todo cuanto existe en los Cielos y en la Tierra Le glorifica. Él es Todo Poderoso y Totalmente Sabio” (Corán 59: 22-24).