El Islam con respecto a las otras creencias
En el Capítulo 2 versículo 4 del Corán se establece que los musulmanes deben de creer, no sólo en el Corán (la Revelación proveniente de Dios, dada al profeta Muhammad), sino también en las Revelaciones anteriores. De esa forma, la Torá de Moisés, los Salmos de David y el Evangelio de Cristo, son entre otras, también Revelaciones provenientes de Dios, en las cuales, los musulmanes debemos creer. Esto es así, una demostración de amplitud y ecumenismo espectacular.
El capítulo 3:84 del Sagrado Corán asimismo explica: “Decid: Creemos en Allah y en lo que ha sido revelado, y lo que fue revelado a Abraham y a Ismael, y a Isaac y a Jacob y a las Tribus; y aquello que fue dado a Moisés y Jesús y a los Profetas de su Señor; no hacemos distinción entre ninguna de ellos y sólo a Dios, nos sometemos.
Leemos también en el Sagrado Corán: ¡Oh Gentes de Libro! (Cristianos y Judíos) Venid a una palabra igual entre nosotros y vosotros: “Que no adoraremos excepto a Dios y que no le asociaremos nada y no tomaremos unos a otros como dioses, aparte de Allah”. Corán, 3:64.
Es éste posiblemente el llamamiento más antiguo que puede encontrarse en un Texto sagrado, al diálogo interreligioso. Un llamamiento a ponerse de acuerdo para evitar disputas y conflictos y para unir fuerzas en la creencia en un mismo y único Dios.
Hay dirigentes religiosos de religiones cristianas no católicas, que rechazan el ecumenismo y buscan la confrontación, atacando descaradamente a otras doctrinas. Pedimos al único Dios de todo, todos y todas, los perdone e ilumine y los saque del error.
El Sagrado Corán, cuyo texto original en lengua árabe, tal como fue revelado a lo largo de 23 años por el Arcángel Gabriel al Profeta Muhammad, fue memorizado y escrito por sus compañeros y seguidores, es un llamamiento continuo a la unidad de los creyentes: Innamál mumínuna íjua. “Ciertamente, los creyentes son hermanos. “Ciertamente, aquellos que creen, y los judíos, y los cristianos, y los sabeos, quienes crean en Dios y en el Día Último y obren rectamente, tienen su recompensa junto a Su señor. No habrán de temer y no estarán tristes” Corán, 2:62.
Hay que aclarar que los millones de cristianos de lengua árabe no conocen otra palabra para nombrar a Dios, sólo ¡“Allah”!
Allah no es así el Dios de los musulmanes. Es el mismo y único Dios de todos y todas y es un término semítico usado en árabe y también (con algunas diferencias fonéticas vocálicas) en hebreo y arameo, para indicar el nombre del Uno y Único Dios.
Este fenómeno indica que el Islam es una religión procedente de Dios. Es irrazonable pensar que la gran cantidad de personas que se convierten voluntariamente al Islam, lo hagan sin una consideración cuidadosa y una profunda contemplación antes de concluir que el Islam es verdad…Fuera de ello, el Islam no ofrece la salvación automática con sólo creer; ya que la fe sin obras no vale nada. Sin embargo ofrece un camino real y auténtico para actuar correctamente, con un premio real para esta vida y la otra. De esa forma, si bien, la oferta no es tan tentadora, es sincera y llena de verdad. ¿De qué sirve ofrecer algo que llene de placer y alegría mundana, para luego darnos cuenta –cuando sea demasiado tarde– que eran falsas esperanzas?
Lo vemos en los grandes ofrecimientos de ganancias económicas inesperadas. Mucha gente las prefiere a las oportunidades razonables. Para darse cuenta a posteriori, que fueron estafados. Al menos en esta vida algo se puede hacer; pero en la otra, si nos equivocamos, estaremos perdidos.
“El Corán no es sino una amonestación dirigida a todos los Mundos. Y tened por seguro que, pasado un tiempo, conoceréis lo que anuncia” (Sagrado Corán 38: 87-88).