El Rapto o Arrebatamiento
Por otro lado, Jesús bajará sólo una vez más, esto es en total 2 veces y físicamente a la Tierra. Los que creen en 3 venidas, incluyendo una segunda a manera de RAPTO, en una nube, semi – invisible, ya que sólo la verán algunos y que no bajará a la Tierra, es sólo un error de traducción. Las palabras del arameo o del árabe para indicar raptar o confortar son tremendamente parecidas y de esa manera, los verdaderos creyentes que esperan ser “arrebatados” antes de la Tribulación, tan sólo serán “confortados”, para soportar con fe y fortaleza las tragedias que a todos nos golpearán irremediablemente, a unos más que a otros. De todas maneras ¿qué acaso no empezó ya la tribulación? Véase el tsunami en Asia; New Orleans; Haití, Chile, Río de Janeiro, China, etc., y otras tragedias que se multiplicarán en el próximo futuro.
De todas maneras, si acaso existiere el arrebatamiento, recordamos a todos los dirigentes religiosos, de todas las creencias, que si bien por razón de su cargo, tienen el derecho de usufructuar un mayor porcentaje de los beneficios, tienen también el deber ineludible de responder con mayor responsabilidad y vehemencia por toda la Comunidad que representan, en tiempos de crisis… Siendo incorrecto de ser los primeros en “irse” al presentarse las dificultades.
Para aquellos dirigentes que incluso están esperando ser “arrebatados” insistimos que en un momento de crisis – lo que se denomina también como tiempos de Tribulación; el dirigente religioso aun en el caso de ser escogido para ser arrebatado, si existiera tal arrebatamiento, tiene que renunciar a ello, pidiéndole a Jesús que no lo lleve, debiéndose quedar en la Tierra, protegiendo a su Grey, a la que le toque quedarse, a soportar mejor los tiempos de Tribulación, ya que no todos serían arrebatados. Si abandonan a los que se quedan ¿para qué tener dirigentes?
Está bien que tengan mayores privilegios e incluso usufructúen en primer lugar los diezmos, en caso de abundancia o normalidad; pero en caso de desgracia, el verdadero líder se queda defendiendo a su grupo – llámese como se llame – incluso arriesgando su vida o hasta perdiéndola.
Como decía León Felipe: “No se trata de ser el primero, sino de llegar con todos y a tiempo”.
Somos exigentes y bastante codiciosos y así nos dejamos convencer por aquellos, que nos ofrecen las mejores ofertas; llámase el paraíso en la Tierra o el paraíso en el Cielo: sin comprender que no hay almuerzo gratis; o analizar si las ofertas son ciertas.
El caso se complica, cuando los ofertantes presentan la recompensa en carácter exclusivo: ¡sólo nuestra religión salva! ¡Si no nos sigues, estás condenado! La única forma de salvarse es seguir este camino, etc.
No estamos en contra de ofertar una ideología o predicar una religión, lo malo es considerarla exclusiva y condenar a los demás. Esto es, aumentar la confrontación y la intolerancia.